Ubicado en el emblemático edificio Molino de Galán, el Museo de La Tomatina de Buñol ofrece una inmersión única en la historia y evolución de una de las fiestas más conocidas a nivel mundial
La Tomatina, que se celebra anualmente el último miércoles de agosto, tiene sus raíces en la década de 1940, cuando una riña entre jóvenes en el mercado local derivó en una batalla de tomates. Este evento espontáneo se repitió año tras año, ganando popularidad y convirtiéndose en una tradición que atrae a visitantes de todo el mundo.
El museo de La Tomatina
El museo cuenta con una exhibición permanente que narra la historia de La Tomatina desde sus humildes comienzos hasta su consolidación como una fiesta de interés turístico internacional. A través de fotografías, videos y objetos históricos, los visitantes pueden explorar cómo esta fiesta ha evolucionado a lo largo de los años. Las imágenes y filmaciones de las primeras ediciones de La Tomatina muestran el crecimiento exponencial de la participación y cómo la logística y organización han mejorado con el tiempo.
Visitas al museo
Una de las características más destacadas del museo es su enfoque interactivo. Los visitantes pueden experimentar la sensación de estar en medio de la batalla de tomates mediante simuladores y exposiciones interactivas. Esta experiencia inmersiva está diseñada tanto para adultos como para niños, haciendo del museo un destino ideal para familias.
El Museo de La Tomatina no solo celebra la fiesta en sí, sino también su impacto en la población de Buñol. La Tomatina atrae a miles de turistas cada año. Y el museo destaca cómo el pueblo de Buñol se une para preparar y gestionar el evento, mostrando el orgullo y la dedicación de sus habitantes. El museo está abierto todo el año, permitiendo a los visitantes conocer la historia de La Tomatina en cualquier momento.